El Pontevedra CF demostró suficientes méritos para conseguir su primera victoria en la pretemporada. El equipo de Pontevedra parece haber establecido una base sólida en su estilo de juego y transmite buenas sensaciones. Esto fue evidente al menos durante una parte considerable de la primera mitad y la mayoría de la segunda parte, en la que el Arenteiro disminuyó su ritmo debido al agotamiento físico y la menor rotación de sus jugadores.
El enfrentamiento entre ambos equipos fue intenso, igualado y entretenido. El Pontevedra, establecido en su esquema ya habitual y flexible de 4-2-3-1, se dispuso a competir por el balón contra un Arenteiro que todavía necesita reforzar algunas piezas en su plantel.
Las primeras aproximaciones al área fueron del equipo granate, incluyendo una falta lejana que no encontró rematador y un centro de Álex González que resultó difícil para Jaichenco. Las mejores acciones del conjunto dirigido por Yago Iglesias vinieron principalmente por las bandas, aunque mostraron desajustes en la defensa ante las transiciones. En una de estas situaciones, con claros errores en las marcas, Tiago logró centrar el balón tras luchar y regatear, permitiendo que Juan Delgado anotara el primero en el marcador
La movilidad de Víctor Casais, acompañado de cerca por Padín, generó hasta tres llegadas en las que faltó precisión en la definición. Al finalizar la primera mitad, con el terreno en sombra y una brisa que los jugadores agradecieron, Pibe intentó marcar un gol olímpico que Vizoso logró evitar aunque con dificultates.
Como ya nos tiene acostumbrados en esta pretemporada, Yago Iglesias realizó ocho cambios en el descanso, y fueron estos los que cambiaron la imagen que estaba dando el equipo: volviéndolo más vertical y atrevido en el ataque, con Chiqui y Barbeiro atacando por los costados. El equipo pontevedrés aprovechó la frescura de los cambios y presionó a un Arenteiro que estaba agotado por los minutos jugados. Chiqui, quien mostró intensidad desde el primer minuto, superó varias veces a Jordan, pero no tuvo suerte con los centros al fallar y no encontrar rematadores, algo que parece que se mantiene desde la temporada pasada. A pesar de que el Pontevedra no logró aprovechar las jugadas de balón parado, una brillante volea de Churre desde fuera del área, en la jugada siguiente a un córner, igualó el marcador (1-1).
El partido remató en empate con un Yago Iglesias contento, como se dice, en el fondo aunque no en muchas formas. El equipo se nota que todavía está en construcción en algunas parcelas y necesita refuerzos y comprender lo que el entrenador quiere que hagan en todas las sitauciones de partido.