Si un árbol se cae en un bosque y no hay nadie para oírlo ¿hace algún sonido? Esta afirmación propuesta en el Siglo XVIII el filósofo George Berkeley ha servido a muchos para debatir cómo vemos la realidad que nos rodea. Y es que dejando a un lado pensamientos que se acercan ya a la física cuántica, lo cierto es que el concepto ‘esse est percipi’ (ser es ser percibido) es muy interesante, y desde estas humildes líneas os invito a descubrirlo y leer sobre ello.
Seguro que pese a lo presuntuoso del primer párrafo, la mayoría ya intuye las razones del mismo. ¿Existe un club si no se habla de él? ¿Se genera algún tipo de interés por un club si no hay noticias del mismo? ¿Quiere el aficionado hacerse abonado si hay un silencio sepulcral? Todas las respuestas a estas preguntas no son positivas y me temo que eso es lo que está consiguiendo el Pontevedra Club de Fútbol SAD en estos momentos.
Y es que uno podría pensar que después de alcanzar el objetivo, haber realizado una política de comunicación notable en los últimos meses y tener más de dos semanas «de ventaja» frente al resto de equipos tendríamos, a estas alturas, algo de información respecto a la temporada que viene: léase la campaña de abonados, anuncio de renovaciones automáticas o confirmación (o no) de la continuidad del equipo técnico. Pero no es así. Otra vez hemos vuelto al silencio institucional. Un silencio que yo puedo entender y comprender cuando se está en plenas negociaciones con los implicados pero si ya habido decisiones, se agradecería que desde las oficinas de Pasarón se comunicaran para así dejar de «no existir». Porque claro, quiero creer que ya se han tomado decisiones, ya que si todavía no se ha tomado ninguna desde el 10 de mayo, entonces tenemos un problema mucho más grave.
Manu Quiroga es uno de los responsables detrás PontevedraCF.Net. Compagina su trabajo como Consultor y Desarrollador TIC con su pasión por el Pontevedra Club de Fútbol. Fiel a Fondo Norte, le gustaría salir menos enfadado de Pasarón cuando el Pontevedra pierde, pero es algo que no puede remediar.
