Parece que la Real Federación Española de Fútbol va en serio con sus ideas de reformar la Primera RFEF y que sea una categoría sostenible y con algo de futuro (según su visión de la misma). Desde hace unos meses, desde Las Rozas han estado viniendo mensajes de una futura remodelación de la Primera RFEF debido a los problemas económicos que está habiendo, tanto de un lado (la Federación), como del otro (los clubs).
Hoy hemos conocido que la RFEF ha dado un ultimatum a los clubs para votar de nuevo sobre el control económico propuesto: o se acepta su idea de control económico o, si los clubs deciden seguir con la autogestión, la RFEF se planteará el futuro de la categoría.
La RFEF envío hace unas semanas a todos los clubs participantes en Primera RFEF una propuesta con reformulación del control de los participantes de la competición. El punto más clave y controvertido era el de realizar un control económico más exhaustivo en todos los equipos de la competición. Este control estaría basado en la normativa UEFA y buscaría evitar la inflación en el mercado y los impagos a jugadores y cuerpos técnicos. Ante esta idea, muchos clubs levantaron la voz exponiendo su negativa a esta idea de control férreo que tantos problemás está dando en equipos de categorías superiores como la Primera División. Según comunicó la presidenta Lupe Murillo en la rueda de prensa dada el pasado jueves, el Pontevedra CF SAD votó a favor de la propuesta inicial de la RFEF: «El Pontevedra CF no ha mostrado ninguna discrepancia con la posición que tiene la Federación», dijo en su intervención la presidenta.
En la propuesta enviada hoy mismo, la RFEF corrige alguno de sus puntos pero sigue manteniendo el del control económico. Los cuatro puntos puntos adicionales son: que el sistema de revisión de las sanciones disciplinarias debe cumplir con lo regulado en el desarrollo de la actual ley del deporte, la aprobación de un convenio colectivo para el fútbol no profesional, el derecho a veto de la RFEF a acuerdos comerciales entre clubes y el compromiso de cumplir todas las normativas por parte de los equipos, tanto a nivel Federación como UEFA y FIFA.
Según hemos podido saber hoy gracias al periodista de MARCA Rafa Mainez, en la comunicación la RFEF exige a los clubes una respuesta por parte de los mismos en 48 horas. Si se rechaza su propuesta, «se reunirán los órganos competentes de acuerdo con los Estatutos de la RFEF para adoptar las decisiones oportunas en cuanto a la viabilidad y estructuración del conjunto de las competiciones oficiales no profesionales de la RFEF».