No se van a ganar todos los partidos, pero sí que hay que salir a ganar todos. Y eso fue lo que no hizo el Pontevedra CF ante el Unionistas. Los de Jesús Ramos estrenaron Pasarón con un juego plano, sin ideas y aburrido la mayor parte del tiempo. So un penalti hecho a Romay y convertido por Charles salvó a los granate de no llevarse ningún punto en el primero partido en Pasarón.
El Pontevedra salía ante Unionistas con el mismo once que tan buenas sensaciones había dado en la primera jornada en Ferrol. Los protagonistas eran los mismos pero el juego mostrado fue totalmente diferente. Aunque seguíamos teniendo los mismos jugadores en el centro del campo, la combinación y la búsqueda de las bandas que se vio ante el Racing desapareció, dejando paso a un juego tosco, con muchas imprecisiones y sin ideas. Esta falta de ideas la aprovechó el Unionistas que, sin hacer mucho, sabía que tenía que entrar siempre por la banda de Aitor para poder hacer algo de daño a la zaga granate.
La tónica de entrar siempre por la banda derecha funcionó y hizo que los de Salamanca habían tenido más oportunidades en la primera parte. Tampoco fueron muchas, pero sí mas que el Pontevedra lo cual, en el minuto 33, sufriou una noticia internada por la banda que, después del rechace de un centro le cayó el balón a Carmona y con un impresionante tiro de derecha batiu a Mario sin que este había podido hacer nada. Pese a isto, o Pontevedra tivo algún retazo de querer facer algo mais, e tras un balón aislado, Romay rematou a gol, un gol que foi anulado supostamente por fora de xogo e non acabou subindo ao marcador.
La segunda parte llegó con uno ligero cambio de actitud. A La falta de ideas desapareció en los primeros minutos y los granates comenzaron a presionar en campo contrario, dejando de esta manera sin ideas a Unionistas y sin posibilidad de hacer nada. Pero aunque la presión era buena, el juego y las ocasiones no terminaban de aparecer. Las líneas estaban muy separadas y los balones no acababan de llegar la Rufo y Charles, las cales acababan bajando a medio campo para recibir algún balón y comenzar la jugada. Tal era a falta de ideas y concentración, que con el paso de los minutos Unionistas encontraba cualquier segundo balón para causar problemas a los granates, teniendo Mario que sacar en una de esas ocasiones una mano providencial en una jugada que no tenía que pasar del medio del campo.
No fue hasta que Unionistas comenzó a echarse atrás por la falta de fuerzas que el Pontevedra comenzó a llegar tímidamente al área salmantino. Y fue en una de esas que Romay tirando de inteligencia, dejó que le habían hecho un penalti de esos que se se habían pitado todos habría veinte en cada encuentro. Aun así, el árbitro lo pitó y Charles, como killer que es, lo tiró a la perfección y batió al meta unionista poniendo el empate en el marcador.
Podemos decir que el partido finalizó ahí, ya que entre que Unionistas se conformaba con el punto por la falta de alientos y el Pontevedra qué ni con los cambios mejoró en la generación de juego, pudieron crear nuevas situaciones de peligro que habían cambiado el marcador.