Nos volvimos a ilusionar

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«Hola, soy el Señor Lobo, soluciono problemas». Así se presentaba en Pulp Fiction el personaje representado por el actor Harvey Keitel. Su misión era la de sacar de un gran problema en forma de cadáver en su coche a los protagonistas de la película. Nuestro Señor no es un lobo, pero sí parece que ha venido a «dar luz» a esos problemas para que el Pontevedra no sea un cadáver.

Y con poco que le des a la afición del Pontevedra ya les llega para llenarse el pecho. Por que sí, muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar. Quién me lo iba a decir a mí, anclado en la negativismo de dar a este equipo por descendido hace un mes y ahora tragándome mis palabras por dos victorias seguidas en las que, esta vez sí, las buenas sensaciones son más que eso. Me sigue pareciendo muy difícil el reto que el Pontevedra tiene por delante pero, por primera vez desde finales de enero, ya no parece imposible.

En todo caso, y regreso de nuevo a Harvey Keitel y a su Sr. Lobo: «Tranquilícense caballeros, no empecemos a chuparnos las pollas todavía». Queda mucho por hacer.

Bien en ataque, peor en defensa

En una línea continuistas y siguiendo la máxima de no tocar lo que ya sabemos que funciona, Señor decidió hoy no alterar demasiado lo que ya le funcionó hace una semana. En un estilo diametralmente opuesto al de Antonio Fernández, pudo permitirse el lujo de repetir once. Las bajas y el estado físico de los futbolistas también ayudó a este propósito.

Sin embargo el partido no fue muy parecido al de hace una semana. La versión defensiva de los granates en la tempranera tarde de hoy no fue tan rocosa como hace siete días. Contagiados por un rival que atrás también daba síntomas de ser un flan, hoy el equipo sufrió con los balones a las espaldas y la solvencia de los centrales no fue la misma. El gol del rival para el 1-1, la jugada del gol anulado (los astros del arbitraje tambien se han alineado en esta buena racha) y el penaltito de Soto en la segunda forman parte del debe pontevedrés en una tarde para celebrar.

Y si podemos celebrar es porque hoy sí que el ataque funcionó. Los primeros 45 minutos fueron de lo mejor del año con balón y eso se materializó en tres goles de mucho nivel. Genial resolución a la media vuelta de Charles para el primero, pizarra de libro (¡Aleluya!) para el segundo y buena cabalgada por banda de Álex para anotar su primer, y merecido, gol de la temporada.

Reaprendiendo conceptos

Quién le iba a decir a estas alturas de la temporada, al equipo menos goleador de la liga, que para ganar partidos había que tirar a puerta. Hasta ocho veces ha conseguido finalizar jugada el Pontevedra en esta partido en el que cinco de esas oportunidades fueron en buena dirección. Hasta Bakero casi se va para casa con su gol en una buena acción en la que hizo todo bien menos la definición.

Señor llegó para simplificar conceptos y hacer más fácil lo difícil. En el fútbol es básico tirar a portería para poder ganar partidos. Para mí ésta es la gran diferencia entre el Pontevedra actual y el de los anteriores partidos, que ahora parece que hay más intención de probar si el equipo rival tiene un portero con brazos. Los delanteros juegan cerca del área del rival y para marcar y no cerca del mediocentro adversario para destruir.

De la segunda parte mejor no vamos a hablar que hoy toca celebrar. Faltó el balón que sí se tuvo en el primer acto, por demérito del rival según dijo su propio entrenador. «No hemos sido un rival digno como para valorar si el Pontevedra está preparado o no para salvar la categoría», apuntaba en rueda de prensa.

De tapados

En una semana muy atípica el Guèye Gate parece que ha ayudado más que perjudicado. Y es que muchos éramos los que pensábamos que el senegalés, al que se le dedicó cántico en contra desde algún sector de la grada, estaba haciendo sombra al equipo en una semana importante por la salvación.

Hoy creo que toda esa cortina de humo pudo ser más positiva que negativa. En ese sacudir la presión y afrontar cada partido como el primero que se ha marcado la plantilla, que no se hablase mucho de lo importante que era ganar hoy ayudó a hacer un trabajo de tapado y que la plantilla se lograse aislar de una presión que siempre va de la mano del Pontevedra CF.

Creamos entre todos

Juan Señor cree que el milagro es cada vez menos milagro y la plantilla se ha subido en esa luz de positivismo para trabajar en esa dirección y creer de verdad en su trabajo y en lo «buenos que son». Me imagino ahora en su casa a Toni Otero asintiendo con una sonrisa y diciéndose para sí mismo aquello de «ya te lo dije». Eso si es que está viendo los partidos y no le hace vacío a su ex como dijo en la entrevista en Radio Pontevedra de hace unos días.

Ahora solo falta que entre todos creamos que eso es posible. La asistencia a Pasarón hoy fue todavía más pobre que la del encuentro ante el Algeciras. Cierto es que la hora no era la mejor, pero también es verdad que la posibilidad de ver el partido tranquilamente desde casa por la TVG hoy no servía como excusa. Las 1500 personas dadas por oficiales desde el club, aun con promoción de invitaciones y entradas a mitad de precio, son muy pocas.

No creo que esto sea ya una cuestión de promociones y de club, es una cuestión de creer o no creer si se puede hacer. La gente de Talavera y Ceuta lo han hecho en situaciones más difíciles y ahora nos toca a nosotros. Nunca es tarde para subirse al carro y tiene más mérito a las malas de hoy que a las fiestas de hace un año a estas alturas de la temporada.

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«Ola, son o Señor Lobo, soluciono problemas». Así se presentaba en Pulp Fiction o personaxe representado polo actor Harvey Keitel. A súa misión era a de sacar dun gran problema en forma de cadáver no seu coche aos protagonistas da película. O noso Señor non é un lobo, pero si parece que veu a «dar luz» a eses problemas para que o Pontevedra non sexa un cadáver.

E con pouco que lle deas á afección do Pontevedra xa lles chega para encherse o peito. Por que si, raparigos, agora volvémonos a ilusionar. Quen mo ía a dicir a min, ancorado na negativismo de dar a este equipo por descendido hai un mes e agora tragándome as miñas palabras por dúas vitorias seguidas nas que, esta vez si, as boas sensacións son máis que iso. Ségueme parecendo moi difícil o reto que o Pontevedra ten por diante pero, por primeira vez desde finais de xaneiro, xa non parece imposible.

En todo caso, e regreso de novo a Harvey Keitel e ao seu Sr. Lobo: «Tranquilícense cabaleiros, non empecemos a chuparnos as pollas aínda». Queda moito por facer.

Ben en ataque, peor en defensa

Nunha liña continuistas e seguindo a máxima de non tocar o que xa sabemos que funciona, Señor decidiu hoxe non alterar demasiado o que xa lle funcionou hai unha semana. Nun estilo diametralmente oposto ao de Antonio Fernández, puido permitirse o luxo de repetir once. As baixas e o estado físico dos futbolistas tamén axudou a este propósito.

Con todo o partido non foi moi parecido ao de hai unha semana. A versión defensiva dos granates na temperá tarde de hoxe non foi tan rochosa como fai sete días. Contaxiados por un rival que atrás tamén daba síntomas de ser un flan, hoxe o equipo sufriu cos balóns ás costas e a solvencia dos centrais non foi a mesma. O gol do rival para o 1-1, a xogada do gol anulado (os astros da arbitraxe tambien aliñáronse nesta boa serie) e o penaltito de Soto na segunda forman parte do debe pontevedrés nunha tarde para celebrar.

E se podemos celebrar é porque hoxe si que o ataque funcionou. Os primeiros 45 minutos foron do mellor do ano con balón e iso materializouse en tres goles de moito nivel. Xenial resolución á media volta de Charles para o primeiro, lousa de libro (Aleluia!) para o segundo e boa cabalgada por banda de *Álex para anotar o seu primeiro, e merecido, gol da tempada.

Reaprendendo conceptos

Quen lle ía a dicir a estas alturas da tempada, ao equipo menos goleador da liga, que para gañar partidos había que tirar a porta. Ata oito veces conseguiu finalizar xogada o Pontevedra neste partido no que cinco desas oportunidades foron en boa dirección. Ata Bakero case se vai para casa co seu gol nunha boa acción na que fixo todo ben menos a definición.

Señor chegou para simplificar conceptos e facer máis fácil o difícil. No fútbol é básico tirar a portería para poder gañar partidos. Para min esta é a gran diferenza entre o Pontevedra actual e o dos anteriores partidos, que agora parece que hai máis intención de probar se o equipo rival ten un porteiro con brazos. Os dianteiros xogan preto da área do rival e para marcar e non preto do mediocentro adversario para destruír.

Da segunda parte mellor non imos falar que hoxe toca celebrar. Faltou o balón que si se tivo no primeiro acto, por demérito do rival segundo dixo o seu propio adestrador. «Non fomos un rival digno como para valorar se o Pontevedra está preparado ou non para salvar a categoría», apuntaba en rolda de prensa.

De tapados

Nunha semana moi atípica o Guèye Gate parece que axudou máis que prexudicado. E é que moitos eramos os que pensabamos que o senegalés, ao que se lle dedicou cántico en contra desde algún sector da bancada, estaba a facer sombra ao equipo nunha semana importante pola salvación.

Hoxe creo que toda esa cortina de fume puido ser máis positiva que negativa. Nese sacudir a presión e afrontar cada partido como o primeiro que se marcou o persoal, que non se falase moito do importante que era gañar hoxe axudou a facer un traballo de tapado e que o persoal se lograse illar dunha presión que sempre vai da man do Pontevedra Cf.

Creamos entre todos

Juan Señor cre que o milagre é cada vez menos milagre e o persoal subiuse nesa luz de positivismo para traballar nesa dirección e crer de verdade no seu traballo e no «bos que son». Imaxínome agora na súa casa a Toni Otero asentindo cun sorriso e dicíndose para si mesmo aquilo de «xa cho dixen». Iso se é que está a ver os partidos e non lle fai baleiro ao seu ex como dixo na entrevista en Radio Pontevedra de hai uns días.

Agora só falta que entre todos creamos que iso é posible. A asistencia a Pasarón hoxe foi aínda máis pobre que a do encontro #ante o Alxeciras. Certo é que a hora non era a mellor, pero tamén é verdade que a posibilidade de ver o partido tranquilamente desde casa pola TVG hoxe non servía como escusa. As 1500 persoas dadas por oficiais desde o club, aínda con promoción de invitacións e entradas a metade de prezo, son moi poucas.

Non creo que isto sexa xa unha cuestión de promocións e de club, é unha cuestión de crer ou non crer se se pode facer. A xente de Talavera e Ceuta fixérono en situacións máis difíciles e agora tócanos a nós. Nunca é tarde para subirse ao carro e ten máis mérito ás malas de hoxe que ás festas de hai un ano a estas alturas da tempada.

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